El guardabarros trasero es un elemento especialmente vulnerable a daños. La razón es muy simple: las formas de los coches modernos, que no están diseñados como cajas, sino que tienen diversos tipos de cortes y curvas. El guardabarros trasero suele ser el elemento que más sobresale en anchura con respecto al resto del coche. Y como está detrás de la rueda delantera, es él quien recibe la mayor cantidad de golpes de todo lo que salta desde debajo de la rueda delantera.
Lo mejor es ilustrarlo con el ejemplo de un coche donde esto es más evidente. Estos son los coches Porsche, que siempre han tenido hermosas formas de diseño y una maravillosa línea de carrocería.
La empresa Porsche, como una de las primeras, se dio cuenta de que un buen diseño también requiere una mayor protección, por lo que desde hace mucho tiempo se utilizan algunas de las láminas protectoras más grandes en los guardabarros traseros de los coches de esta marca.
Actualmente, las láminas protectoras en los guardabarros traseros son utilizadas por casi todos los fabricantes de coches.